sábado, 11 de diciembre de 2010

Francisco Sosa Wagner, verdaderamente un gran hombre

Hoy ha visitado Vigo una personalidad de UPyD y de nuestro espectro político en general. Francisco Sosa Wagner, al que describiría como un gran hombre, extraordinario orador y con las ideas muy claras.

Francisco Sosa Wagner y Pablo Menéndez
La conferencia y posterior coloquio en el Club Faro de Vigo (agradecimientos a Marisa Real, directora, y a Pedro Larrauri, coordinador local y principal ideólogo del acto) fue un gran ejemplo de lo que supone UPyD: acercar la política a los ciudadanos. Y ello tuvo lugar en un auditorio a rebosar de gente que realmente ve la necesidad de esta otra forma de hacer política.
En aproximadamente una hora de intervención, el profesor Sosa nos desgranó los intríngulis del Parlamento Europeo (los que leáis habitualmente sus artículos ya tenéis unas nociones básicas) sin andarse por las ramas, entrando en detalle sobre por qué es importante la política europea en nuestro día a día, y sin dudar en comentar algunos de los aspectos más importantes y a menudo olvidados en los telediarios "informativos".
Por poner un ejemplo, que dentro de no mucho se decidirá que los presupuestos de los estados miembros necesiten el "visto y place" de la Comisión. Esto no se ha comentado demasiado por ahí, pero realmente es importantísimo. Tampoco me extraña que no se comente, pues realmente cuántas veces vienen los eurodiputados a contarnos cuáles han sido sus decisiones o intervenciones de este mes. Las únicas que se llegan a conocer son las pocas a los medios de comunicación les convienen.
En este sentido, Francisco Sosa también nos recordó a algunos, e informó por primera vez a muchos, de que la actividad de un parlamentario en el Pleno o en las subcomisiones puede seguirse prácticamente en tiempo real, con ese extraño invento diabólico de internet. E incluso puede saberse en poco tiempo lo que ha votado cada parlamentario individual, "incluso un parlamentario no adscrito, de un partido pequeño español". Todo eso demuestra la transparencia de Estrasburgo (en ciertas ocasiones, Bruselas) frente a la opacidad de las Cortes de Madrid. La tristeza me embarga al releer esa última frase.

El auditorio, lleno hasta la bandera

Al finalizar su intervención, el profesor Sosa mantuvo un respetuoso e interesante coloquio con los asistentes que llenaban el antiguo paraninfo de la Universidad. Hubo muchas intervenciones, siempre desde la honestidad y el respeto, de forma que el acto se prolongó hasta pasadas las nueve y media de la noche. Entonces, don Francisco se acercó a saludar a todos los que tuvo a su alcance, que éramos bastantes.
Acompañado por su encantadora esposa Mercedes y su amigo y presentador de la conferencia Pablo Menéndez, nos dirigimos a nuestra cena en el agradable restaurante El Capitán. La comida fue excelente y la compañía, excepcional.
Hablando con los compañeros, creo que podemos mostrarnos enormemente satisfechos del desarrollo de la tarde y noche. Queda mucho por hacer, pero con este trabajo y entusiasmo estamos más cerca de que los vigueses confíen en nosotros.

PD: Si acaso lo único que eché de menos fue esa chica que Andrés quería presentarme, y que me perdí por estar sin móvil. El canto de cisne de los de Vodafone, que mueren matando. O, por lo menos, fastidiando.

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